Richard Sanz comenzó su aventura en Menade hace 18 años junto a sus hermanos Marco, a cargo del campo, y Alejandra, centrada en exportación, encargándose de la gerencia y la enología. Se ha convertido en un referente enológico, apostando por una línea de vinos valientes y leales en los que la personalidad es lo primero.
De familia profundamente vinícola, los hermanos Sanz son ya la quinta generación de vitivinicultores. Antes de comenzar esta andadura, Richard trabajó con su padre, Antonio Sanz, figura determinante de la DO Rueda, en Palacio de Bornos.
Estudió enología en la Escuela de la Vid y el Vino de Madrid y posteriormente en Burdeos algunos cursos de formación. Inquieto e independiente, antes de comenzar en Menade recorrió el mundo viendo el trabajo de grandes elaboradores en Francia, Italia y Sudamérica para plasmar lo mejor de cada “mundo” en Menade, siempre desde el respecto a la Naturaleza y a la Verdejo, su uva más querida.