Las dos plantas de su nueva cava tienen capacidad para 7.500 referencias
La visita a esta nueva bodega forma parte de la propia experiencia de Ambivium y esconde tesoros enológicos de los productores más prestigiosos del mundo, en un espacio ideado para que cada botella está conservada en condiciones óptimas de temperatura, luz y humedad.
La planta baja está dedicada a Alma Carraovejas, desde su origen, Pago de Carraovejas, con una muestra singular de todas sus referencias, primeras añadas y botellas únicas, pasando por la segoviana Ossian; Milsetentayseis en Fuentenebro (Burgos); Viña Meín y Emilio Rojo en Ribeiro; Aiurri en la Rioja Alavesa; los vinos de la importadora SV Wines, y el último en incorporarse, Bodega Marañones, situada en la Sierra de Gredos.
Separada por una escalera de caracol, la primera planta alberga una selección de botellas de todo el mundo, con presencia especial de Ribera del Duero, Rioja, Jerez, Burdeos, California, Piamonte, Borgoña y Alemania. Además, Champagne cuenta con su propio espacio destacado , contando también con una inimitable colección de sakes y vinos de Jerez. El artista Julio Galán ha realizado una serie exclusiva de esculturas que acompañan al visitante durante su recorrido. La Bodega también homenajea a su entorno a través de una mesa elaborada con madera del Pino Macareno, un pino histórico y centenario de Peñafiel, cargado de simbología y que fue derribado durante una tormenta en diciembre del 2019.
Ambivium no ha dejado de cosechar premios y reconocimientos desde su apertura: 1 Estrella Michelin, 1 Sol Repsol o la ‘Mejor Carta de Vinos’, en los IWC Merchant Award, entre otros.