Iker Madrid, gerente de Casa Primicia y tercera generación de la bodega, presentó su gama de vinos ecológicos.
Por Jorge Díez
La bodega posee un edificio histórico en el casco urbano de Laguardia, donde se guardaban los bienes que la iglesia obtenía en “primicia” de los diezmos que los campesinos tenían que pagar en la Edad Media. De ahí tomó nombre esta bodega, adquirida en el año 2005 por la familia Madrid, que la restaura, manteniendo los antiguos calados, que datan del año 1420, y donde se sigue haciendo la crianza de las elaboraciones más longevas.
Carravalseca, que significa “camino a la laguna”, es un enclave privilegiado situado en una colina con una orientación y exposición perfecta para el cultivo de la vid. Es una finca de 14 has, de las que 11 ha son de viñedo, contando con cepas de hasta 70 años de edad. El viñedo está certificado como cultivo ecológico desde el año 2008. Casa Primicia elabora, a partir de este terroir, sus cuatro vinos ecológicos Carralvaseca.
Carravalseca Blanco 2022, es un vino fresco y directo, con toques de fruta blanca y herbáceos, con un final agradable.
La herencia del abuelo Julián está presente a través del Carravalseca Maceración Carbónica 2022, un “vino cosechero” que es una explosión de fruta, con notas de moras y gominolas de fresa. Un tinto que permite el servicio más frío, para disfrutar cuando se acerca la época estival.
La gama se completa con Carravalseca Crianza 2019 y Carravalseca Reserva 2016, que son los vinos procedentes de las viñas más viejas y a los que someten a largas crianza en barrica, mostrándose intensos, estructurados y con gran capacidad de guarda.