Por Jesús Rivasés, columnista, tertuliano y escritor
Un informe recién publicado por la revista Science, dirigido por el profesor Chen Wei, de la Universidad Agrícola de Yunnan, en China, con colaboradores de todo el mundo, afirma que fue en algún lugar cercano al Israel actual en donde se cultivó hace unos 11.000 años una variedad de uva que sería el pariente más antiguo de todas las variedades actuales.
Luego, unos 2.000 años más tarde, surgirían nuevas cepas en los Balcanes y, también con rapidez, en Iberia y en Francia, al mismo tiempo que una uva muy parecida, pero diferente, empeza ba a cultivarse en la actual Georgia, algo que coincidiría con la descripción bíblica de que la viña de Noé estaba cerca del monte Ararat, ahora en el noreste de Turquía, pero lindan te con la exrepública soviética. Todo procede, según Chen Wei, de una proto-vid que se habría dividido, hace unos 200.000-400.000 años, en dos variedades, la Syl-E, que arraigó en el Cáucaso y Levante; y la SyL-W, que creció en Europa occidental.
Luego habría más subdivisiones hasta las infinitas variedades actuales. El vino, por otra parte, fue una cosa del “Mundo Antiguo”, pero sobre todo de Eurasia, hasta el siglo XIX, más allá del que llevaron españoles, portugueses y también ingleses y holandeses en sus descubrimientos y conquistas.
En Estados Unidos, ahora uno de los principales mercados del vino, todo comienza en 1819, cuando John Adlum (1759-1836) empieza a cultivar la uva Catawba, originaria del rio Catawba, en Carolina del Norte, sin que nunca haya estado claro cómo surgió o llegó hasta allí. Es poco más que anecdótico y poco conocido, pero es el origen re moto de lo que ahora también es una gran industria -cre ciente- en los Estados Unidos, aunque no en Carolina del Norte ni en Maryland, donde Adlum se estableció, sino en California y, cada más, en otros lugares. Omaha, en el estado de Nebraska, tampoco figura como un lugar vitivinícola por ningún motivo.
Sí es famosa, sobre todo en el mundo de los negocios y la inversión, por el llamado “Oráculo de Omaha”, el nonagenario Warrent Buffett, considerado como quizás el mejor inversor y de mayor éxito del mundo, con aciertos recurrentes durante más de medio siglo. Ahora, Lettie Teage, crítica de vinos de The Wall Street Journal, la biblia liberal de la información económica, ha sugerido aplicar las técnicas de inversión de Buffett para elegir vinos con una buena relación calidad-precio.
El hecho de que Buffett, según su asistenta Debbie Bosanek, contactada por Teage, nunca beba, no parece un obstáculo. Al fin y al cabo, un inversor lo que pre tende es buscar la mejor calidad-precio de lo que sea para colocar dinero. La crítica del diario económico americano ha encontrado siete recomendaciones de Bu ffett para invertir, que serían aplicables al vino y es posible que tenga algo de razón.
Algunas parecen evidentes; otras, no tanto: 1) El momento de interesarse es cuando nadie más lo hace; 2) Las grandes oportunidades aparecen con poca frecuencia y hay que aprovechar las; 3) En Estados Unidos hay muchas oportunidades; 4) Hay que comprar productos de ca lidad cuando están rebajados; 5) Solo se sabe quién nada desnudo cuando baja la marea; 6) El riesgo llega cuando no se sabe qué se hace; y 7) Hay que elegir buenos héroes.
Con esos criterios, la crítica americana recomienda vinos Napa Valley Cabernet, Gran Crues de Borgoña y Burdeos y también los Sancerres. En la categoría de oportunidades in cluye el Benito Santos Igrexario, de Saiar Albariño; y el austríaco Hiedler Löss Grüner Velt liner. Oportunidades americanas serían los vinos de pequeñas y medianas bodegas como Konstantin Frank y Ravines Wine Cellars.
Entre los productos de calidad rebajados destaca los rosados “sobrantes” de Provenza y España, y en la categoría de héroe sitúa a productores como Spottswoode, Chapellet y Corison, en Napa; Veronique Boss-Drouhin, en Bor goña; y las familias Grasso, del Piamonte; o la Massoud, de Long Island. En España, quizá por desconocimiento, no parece haber encontrado ninguno de esos “héroes”, pero haber los “haylos”. Algún inversor en vino, según los consejos de Buffett, seguro que lo encuentra.