Falleció el pasado viernes a los 64 años, tras sufrir días antes un accidente en bodega
Xavier Gramona Sande, quinta generación de esta familia elaboradora de espumosos del Penedès sufrió, el pasado 26 de julio, una desafortunada caída de la que no pudo recuperarse. Impulsor junto a su primo Jaume Gramona del cambio y evolución de los espumosos catalanes, fue una de las figuras más carismáticas del mundo del vino, sabiendo comunicar su pasión por las burbujas y una filosofía férrea de calidad e identidad.
“Padre, hermano, maestro, inspirador, pionero, luchador intrépido”, como es definido por la familia en la red social oficial de la bodega, Xavier apostó por dar a conocer y prestigiar los espumosos de largas crianzas, marca de esta casa que recientemente celebraba su centenario.
De su mano, Gramona fue ganadora en varias ediciones de nuestro Magnífico Espumoso, la última el pasado año, en la edición 2022 de la Guía Vivir el Vino, con su Celler Batllé 2012. Obsesionado por dar al vino la “capacidad de ganarle la batalla al tiempo” y situar sus espumosos en el lugar que se merecían, junto a los grandes champagnes, imprimió a sus burbujas una elegancia y longevidad casi eternas, creando vinos con personalidad, que él equiparaba con “esa persona que ha conseguido evolucionar hacia la mayor elegancia, riqueza o complejidad, y que se mantiene en perfecta salud ”, como nos comentaba con motivo de su último espumoso “Magnífico”.
Para reivindicar los espumosos con calidad e identidad de zona Xavier, junto a un grupo de cavistas del Penedès, creó Corpinnat, marca de calidad con la que terminó dejando de formar parte de la Denominación de Origen Cava. Su sobrino Roc, junto a su hijo Leo, encabezan el relevo generacional de Gramona. “Toda la familia y equipo seguiremos con el legado que un día recibiste, siguiendo tu ejemplo”, señalaban en sus redes sociales.
Nuestro más sentido pésame y apoyo en estos duros momentos a toda la familia Gramona.