Monteabellón - DO Ribera del Duero
Por Vanesa Viñolo
La familia García, vinculada a la viticultura desde generaciones atrás, decidió elaborar sus propios vinos a partir de las 140 hectáreas repartidas con las que cuenta en su pueblo, Nava de Roa, situadas en diferentes parcelas, con diferentes altitudes y suelos diversos, y plantadas mayoritariamente con Tempranillo (y un pequeño porcentaje de Merlot).
Para este tinto con cinco meses de crianza con el que han conseguido alzarse como Magnífico Tinto con Crianza, optaron por las parcelas más alejadas del Río Duero y a mayor altitud. Pascuala, Lopa, San Juan, Rillosa, Linares, Valdezate,Tras de la Rubiera, Matambres, Pozo y Madriles, son algunos de sus nombres. Unos viñedos que dan lugar a vinos con volumen, tánicos, con alta concentración frutal y muy elegantes, honrados y sinceros, donde la buena fruta late con fuerza junto a su atractivo punto de crianza.
Desde el viñedo
”Para nosotros -nos comenta Xandra González, quien lleva la comunicación- es sumamente importante la búsqueda de plantas, clones de plantación con los que vayamos a obtener en el futuro las expectativas deseadas. La esencia de los vinos se encuentra en un 80% en las características propias de las uvas, por lo que nosotros controlamos desde el campo el desarrollo del propio viñedo, la altitud y el tipo de suelo donde se desarrolla”.
2020
La añada 2020, significaba para Monteabellón “haber llegado a cumplir un 20 aniversario que parecía imposible cuando comenzamos nuestra andadura en el año 2000”. A ello se unía “la satisfacción de haber elaborado un vino que tantas alegrías nos ha dado en un año marcado por una incertidumbre brutal en los mercados”, confiando en elaborar vinos “de los que estuviéramos tremendamente orgullosos en el tiempo”.
El origen
Como nos cuenta Xandra, el proyecto comienza “en los años 90 con la creación de una empresa especializada en los servicios vitivinícolas que se realizaban a otras bodegas y viticultores en la Ribera del Duero, Castilla Servicios Agrarios”.
Estudiando sus suelos
Desde su departamento de I+D, están realizando un estudio, gracias a los fondos CDTI, para aislar bacterias en el suelo que ayuden a bajar el pH de la uva. “Una vez obtenemos esas bacterias, pretendemos multiplicarlas en laboratorio para posteriormente añadirlas de nuevo a nuestros viñedos, a fin de mejorar sus cualidades físico-químicas y prolongar la longevidad de los vinos”.