
La cata inaugural se centró en la viajera uva Listán Prieto
Por Vanesa Viñolo
Se cumple una década desde aquel revolucionario primer Salón de Vinos Radicales que puso en el mapa a todos esos vinos diferentes, que buscan sus límites a través de la identidad propia, frente a la globalización y estandarización.
En esta ocasión, y como siempre en el escenario del Espacio COAM, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, nos reunimos más 600 profesionales del vino, que tuvimos la oportunidad de catar algunos de los 220 vinos que presentaron los 35 viticultores que participaron.
Para celebrar sus diez añitos, pudimos disfrutar de una cata muy especial, un monográfico de esa listán prieto, que fue la uva que llevó la viticultura, desde Castilla a América, hace 500 años y que evolucionó en forma de esas hijas criollas que hoy conocemos. Para conocerla un poco más pudimos contar con la presencia del viticultor peruano Pepe Moquillaza y del español Pedro Torcal –implicados en la causa de la recuperación de esta uva–, acompañados por Federico Oldenburg, escritor vinícola y uno de los impulsores del salón, quienes nos fueron guiando por una asombrosa selección de Listanes de Canarias, Argentina, Albacete y Chile.
En concreto pudimos catar vinos de Durigutti Family Winemakers (Mendoza), Emobodega 3 Reales y Llámalo X (Albacete), Vinos Tendal (La Palma), Bodega Cadalso (Madrid), Pepe Moquillaza (Perú) y Viña Lomas de Llahuen (Chile).
Por otro lado, el premio Radical del Año recayó en la periodista jerezana Paz Ivison, figura clave del periodismo vinícola español. Este galardón se entrega cada año a una personalidad por su actividad en la defensa de los valores de singularidad, autenticidad y diversidad.
Enhorabuena por esta primera década y ¡larga vida a los vinos radicales!