
El miedo irracional al vino es conocido en el mundo de la psicología como oenofobia o enofobia.
En el inmenso abanico de fobias que el ser humano puede llegar a desarrollar, también existe el miedo irracional al vino, conocido en el mundo de la psicología como oenofobia o enofobia.
Las personas que padecen este trastorno suelen experimentar elevados niveles de ansiedad con el solo hecho de pararse a pensar en este producto, e incluso sufrir ataques de pánico cuando se enfrentan a una botella o una copa.
La mera visión del vino derramado puede elevar el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, así como provocar respiración agitada, tensión muscular, temblores y sudores excesivos.
A día de hoy, la ciencia aún no ha podido determinar las causas de esta fobia, si bien considera que la predisposición genética y el entorno pueden desempeñar un importante papel, por lo que los tratamientos ofrecidos pasan por la exposición progresiva al vino, las terapias cognitivo-conductuales y los medicamentos psiquiátricos destinados a paliar los síntomas.
Otras técnicas de apoyo pueden llegar de la mano del ejercicio físico, el yoga, el mindfulness, la meditación y el control del consumo de cafeína.