Tras Ferratus encontramos a María Luisa Cuevas, su propietaria. Una mujer de negocios y, al mismo tiempo, viticultora, que lidera en la DO Ribera del Duero esta bodega que desde sus inicios, hace ya veinte años, apostó por la identidad del terruño y la sostenibilidad.
El viñedo
Ferratus cuenta con 20 hectáreas de viñas en propiedad, a las que se suman 15 hectáreas controladas, algunas de ellas con una edad superior a los 60 años, plantadas en altitud superior a 860 metros en suelos de diversas composiciones. Situadas en diferentes pagos seleccionados de varios municipios de la Ribera del Duero, abastecen a Ferratus de la mejor uva Tempranillo.
El viñedo de San Juan del Monte, de 17 hectáreas, con una edad de 25 años y situado a casi 900 metros de altitud, es elemento de orgullo y garantía de calidad para los vinos de la bodega. A él se suman tres hectáreas de viñas en vaso en el Pago de Santa Cruz, protegidas de forma natural contra la climatología adversa, a una altitud de unos 860 metros, y que son un tesoro vitícola, con el que elabora uno de sus vinos más mimados, Ferratus Sensaciones. Aunque la variedad plantada es principalmente la Tempranillo (o Tinta Fina), base de sus tintos y rosados, también cuenta con uvas de Albillo Mayor, con la que da forma a un blanco muy especial.
La bodega
En su firme apuesta por la sostenibilidad, la bodega, que ha conseguido autoabastecerse con energías completamente renovables, elabora actualmente 180.000 botellas, aunque tiene capacidad para producir hasta 300.000 botellas.
María Luisa Cuevas, propietaria y gerente, ha sabido rodearse de un gran equipo para afrontar con ilusión el reto de crear su propia bodega en la Ribera del Duero. Parte fundamental de su proyecto es Emmanuel Ivars, enólogo francés de nacimiento, que ha apostado por dejar expresarse al terroir resaltando la tipicidad y la gran capacidad de envejecimiento de la Tempranillo, con la que obtiene grandes vinos tintos con estructura, elegancia, profundidad y largo recorrido.
María Luisa Cuevas cursa estudios de Viticultura y Enología, y comienza el proyecto Ferratus. |
Empieza la construcción de la bodega en Guzmán de Izán (Burgos), que realizaría su primera vendimia un año después.. |
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Sale al mercado la primera añada de sus vinos Ferratus y Ferratus Sensaciones. |
La bodega lanza Ferratus AØ, vendimiado en 2011. |
Primera elaboración de Ferratus Fusión. |
El enólogo Emmanuel Ivars se incorpora a la bodega. |
Primera añada de Ferratus blanco, Albillo Mayor de la Ribera del Duero. |
Ferratus Origen 2017 |
FICHA TÉCNICA · Denominación de Origen Ribera del Duero · Variedad: 100%Tempranillo. · Viñedo: Situado a más de 800 metros de altitud, sus cepas tienen en torno a los 60 años de edad. · La añada: Marcada por la gran helada de abril que afectó a todo el viñedo, traduciéndose en una merma de producción del 60%. Una cosecha escasa pero que, a cambio, dio como fruto unas bayas pequeñas y de gran calidad, que reflejaban mayor presencia aromática de los ésteres frutales en nariz. De ellas se obtuvieron vinos muy equilibrados, con un tanino de alta calidad, vinos destinados a ser grandes vinos de guarda. · Elaboración: Tras su vendimia a mano en cajas de 14 kg y doble selección en mesa, realizó la fermentación maloláctica en barricas de roble y fue criado durante 14 meses en barricas nuevas de roble francés. Finalmente fue embotellado sin estabilizar por frío. · Producción limitada: 13.650 botellas de 750 ml. · Temperatura de servicio: 16-18 ºC. |
CATA · Fase visual: De color rojo picota muy intenso y capa muy alta, es limpio y brillante, resultando un vino perfumado, fresco y complejo. · Fase olfativa: Enamora por su combinación equilibrada y elegante de aromas a moras, cerezas, arándanos y violetas, conjugados con toques frescos y balsámicos de eucalipto, pimienta rosa y negra junto a notas avainilladas, de hoja de tabaco y cacao. · Fase gustativa: La boca es hipnótica, densa, plena de fruta, con un tanino aterciopelado y una presencia sutil de una buena madera integrada. De final fresco, tiene una acidez muy equilibrada y resulta muy agradable en boca. Su complejidad le hace ser partícipe de numerosas posibles armonías. Desde el juego con la cocina asiática de unas gyozas o dumplings, hasta la armonía “regional” con una buena morcilla de Burgos o el consabido lechazo asado en horno de leña de Aranda de Duero. Pero también podemos apostar por pescados grasos y potentes, como el atún de almadraba, el salmón o un buen carabinero, por los hongos y setas más sabrosos o por los quesos de largas maduraciones. Todos ellos conjugarán perfectamente con este Origen. |