Con el enólogo Alberto Calleja al frente, presentó todas sus novedades
Illana es una bodega familiar, cuarta generación de viticultores, que hace un par de años decidió renovarse por dentro y por fuera y dar nuevos aires tanto a sus instalaciones como a sus vinos. Así, los actuales propietarios, Javier y Fernando Prósper, han modernizado la bodega y han cambiando la imagen de sus vinos, incorporando al enólogo Alberto Calleja, quien previamente había trabajado en Quinta de Aves, al equipo técnico.
La bodega se encuentra en el corazón de la Aldea Buenavista, rodeada de viñas, que suman unas 100 hectáreas de cuidado viñedo certificado en ecológico. Y es que ante todo en Illana son viticultores que hacen vino.
La riqueza de sus suelos arcillo-calcáreos mezclados con cantos rodados, los hace perfectos para cultivar las uvas Tempranillo y Bobal, acompañadas de otras variedades como la Cabernet Sauvignon, Melrot, Syrah, Petit Verdot, Cabernet Franc o Sauvignon Blanc.
Así Illana dio a conocer sus dos gamas de vinos: Illana y Bobalistas, demostrando que su apuesta por la Bobal como variedad insignia es toda una realidad.
Los Bobalistas
Con este proyecto Illana sella su compromiso con la uva local de la DO Ribera del Júcar J(avier Prósper es además el presidente del Consejo Regulador de la DO) en forma de cuatro interesantes vinos que demuestran todo el potencial de esta uva, única protagonista de estos vinos, elaborados al 100% con Bobal.
Empezando por un Blanc de Noir, trabajado con sus lías, que se convierte en un blanco fresco, equilibrado y elegante.
Seguido de un delicado Rosé, también con trabajo de sus lías para darle un plus de estructura, todo frescura.
También elaboran el Clásico, con una crianza de diez meses en depósito, esencialmente frutal e inmediato y por último, el Cuvée, el Bobal más complejo, con una crianza de diez meses en roble francés de 300 litros .