Los tapones DIAM permiten al viticultor decidir la evolución de su vino en botella
Mientras que muchos fabricantes de tapones siguen trabajando a día de hoy para eliminar el indeseado TCA –o defecto del corcho- de sus productos, DIAM superaba este problema hace ya 20 años y actualmente dedica sus esfuerzos a otros asuntos.
Entre ellos, el control absoluto de los niveles de oxígeno y los tiempos de envejecimiento del vino en botella a través de tapones tecnológicos que ofrecen diferentes grados de permeabilidad y vida útil mecánica.
Se trata, en concreto, de las gamas DIAM y Mytick DIAM, desarrolladas respectivamente para vinos tranquilos y espumosos, que proporcionan a los elaboradores distintas soluciones adaptadas a sus necesidades específicas.
Y lo hacen, por un lado, garantizando la resistencia mecánica del tapón para 2, 3, 5, 10 o 30 años y evitar así cualquier oxidación prematura. Por otro, aportando los niveles de oxígeno precisos en dos fases diferentes. Primero, liberando el O2 contenido en el corcho tras el taponado y, segundo, transfiriendo el O2 a través del tapón a lo largo del tiempo para poder controlar los aromas que se generan durante envejecimiento.
Unas ventajas que la firma francesa resume en su campaña “Controle el oxígeno y el tiempo”, vigente durante todo este 2022.